Si hace justo un año nos hubieran contado cómo iba a estar el mundo hoy en día hubiéramos flipado. Lo sé, no estoy diciendo nada que no sepamos todos, pero, dejadme afinar un poco más. Si a cualquiera que se dedique al mundo de la música le hubieran dicho que en Noviembre de 2020 más de la mitad de los Conciertos hechos por Streaming serían de pago no creo que nadie se lo hubiera creído.
Será apasionante ver qué ocurre cuando, gracias a la ciencia, en los próximos meses o años vayamos, confiemos, volviendo a la vieja normalidad. ¿Qué ocurrirá con los conciertos por internet? ¿Desaparecerán? ¿Han venido para quedarse?.
Mi amigo Zambayonny que ha realizado más de 80 conciertos durante la pandemia está bastante convencido que no van a desaparecer, pero me insiste en que la clave es entender que es un tipo de show un poco diferente a un concierto puro y duro. Para él, tiene algo más que ver con un híbrido entre show en sala y show en radio.
Por contra mi otro amigo Guiu Cortés, El niño de la hipoteca, me decía que cuando vuelvan los directos de siempre nadie querrá conectarse online. Él está seguro que es algo circunstancial.
En mi opinión siempre cuando algo emerge y crece muy rápido después suele bajar casi con la misma velocidad. No obstante, también estoy convencido que lo bueno resiste y sobre vive. Así pues, mi augurio de barra de bar es el siguiente: Los conciertos online, incluso de pago, han venido para quedarse, pero como complemento. Creo que será frecuente emitir los shows físicos para que quien quiera pueda verlo en casa, y también que todos, cada x tiempo, hagamos conciertos desde nuestros hogares para compartir un show diferente.
En mi caso, por ejemplo, los conciertos On- LINE sirven para poder versionar canciones que no suelo tocar en mis shows habituales, y para interactuar de una manera muy particular con la audiencia.
Yo los voy a seguir haciendo y, como siempre, el público decidirá si tienen sentido o no.