Está a punto de empezar un partido de Champions, de los más importantes de la temporada, y mi hijo Martín y yo sobrellevamos la espera como mejor podemos.
Lo vamos a ver en casa, en Buenos Aires, gracias a una VPN que me permite saltar la restricción de zona y conectar con en el canal que pago religiosamente en España (si alguien de susodicho canal lo ve mal, que no se preocupe, este es un texto de ficción y es broma todo lo que escribo, seguro).
Me gusta ver el fútbol en casa, pero casi me gusta más en los bares. Esos nervios por encontrar la mejor mesa, ese compartir con los amigos cada jugada, no sé, echo de menos un poco todo esto en estos tiempos pandémicos. Bastante más que el ir al campo.
Desde hace un tiempo mi colega para comentar el partido, más allá de Martín, es mi amigo Albert Sans. Os voy a contar un poco su historia, porque es cuanto menos, curiosa.
Con Albert nos conocimos hace bastantes años cuando yo ya había publicado mi primer disco “Mal te veo”. Sería el año 2007, más o menos. Él, pese a ser un poco mayor que yo, estaba arrancando en el circuito de Barcelona como cantautor dando a conocer unas canciones que en seguida nos enamoraron a muchos. Temazos. Además es un tío muy divertido y super futbolero, congeniamos en seguida.
Recuerdo que en 2009 abrió el concierto que realicé con la banda en la Sala Apolo de Barcelona. Aquí podéis ver un vídeo de su brillante actuación aquella noche.
De repente un tiempo después Albert nos sorprendió a todo su entorno. Iba a cambiar de vida radicalmente. Lo dejaría todo, cruzaría el charco y recorrería el mundo en bicicleta.
Bastante gente creyó que sería una locura pasajera, pero lleva más de 10 años viviendo así. Su experiencia es tan asombrosa que la ha contado en un documental muy exitoso, VIDAJE, que ha realizado y filmado él mismo (da un poco de rabia el tipo, con tanto talento loco para cosas jeje). Lo han visto ya muchísimas personas y está preparando la segunda parte. Os lo pego aquí y si podéis echarle un ojo lo vais a ultra disfrutar. Siempre bromeo y cuento que es el único ciclista que me cae bien.
Quiero que Albert un día nos cuente en la web todas las teconologías que utiliza en su vidaje (depura cualquier agua que encuentre, carga el ipad con placas solares, y muchas cosas más) pero sobre todo me apetecía explicar aquí cómo gracias a WhatsApp yo puedo estar en cualquier ciudad de España o Argentina y Albert en algún rincón oculto del mundo que ambos podremos loar alguna jugada de Pedri y lamentar por los éxitos cada vez más lejanos e improbables de nuestro querido equipo.