Mi amigo Carlos Lanzón me dijo una vez la que aún hoy considero una de las mejores definiciones de la paternidad. “Los niños hacen lo que ven y no lo que les dices”.
Me he acordado de esa sentencia leyendo esta noticia de Sergio Parra
Yo, como cualquier padre, no tengo ninún libro de instrucciones que garantice cómo educar bien a tus hijos. En estas épocas de tanta sobre información te puedes volver loco eligendo métodos educativos, consejos de crianza y buenos hábitos.
Sí tengo claro que cuando detectas una afición en tu hijo hay que estimularla pero con mucho tiento, porque si te pasas de entusiasmo puedes generar el efecto contrario. Es decir, si notas que le gusta la música y le apuntas demasiado pronto a dar clases puede acabar aborreciendo el instrumento. No deja de impresionarme la de gente que he conocido que estudió muchos años en un conservatorio y después no ha vuelto a tocar jamás ni como hobby.
Volviendo a la frase de mi amigo Carlos y a la noticia que comentábamos pienso que leerles en voz alta puede ayudar, por supuesto, pero seguro que lo más útil para estimularles en el hábito de la lectura es que te vean con un libro en la mano pasándotelo bien.
Yo, cuando aconsejo a la gente que lea, lo hago como el que recomienda una serie, o enamorarse o comer con amigos, por placer, no por cultura. Los libros me han rescatado y acompañado en muchos momentos de mi vida, haciéndome muy feliz.
Viajar con un libro, en formato físico, es sagrado para mí. No he querido ni podido pasarme al Ebook. Y mi motivo es romántico y práctico. Muchas veces me he levantado para ir a tomar café en un tren y he dejado ahí mi ejemplar de papel encima del asiento. Nadie lo toca. A nadie le tienta robarlo por muy estimulantes que sean las palabras e historias que lo habitan. En cambio, dudo que me atreviera a dejar solo un libro electrónico.
Según leo aquí ya está 50-50 la proporción digital versus físico y os miento si os digo que me da un poco de pena por mucho que mi propio libro, gracias a Oficina Nerd que me hicieron la adaptación, también esté en este formato.
Pero, una duda me asoma, ¿Si nuestros hijos nos ven leyendo un libro digital estaremos fomentando la lectura o el hábito a los dipositivos?