EFEMéride: Copérnico – Del heliocentrismo a la vuelta al mundo.

Algunas vocaciones son tardías. Nicolás Copérnico iba encaminado a la vida canónica y no hay constancia de que se sintiera especialmente interesado por la astronomía hasta pasados los treinta años. Ahora es habitual que modifiquemos nuestros intereses y cambiemos de profesión incluso. Vivimos en un mundo a toda velocidad y tenemos que adaptarnos. Pero Copérnico vivió en el sXV, y entonces no era normal que a los treinta se modificaran los objetivos y se derivaran las energías en otras direcciones.

La astronomía es una ciencia seria (no es tumbarse con unas cervezas y unos sandwiches al lado de la tienda de campaña a mirar el cielo), que se ocupa de los planetas y sus satélites, los cometas y los meteoroides, las estrellas y la materia interestelar, los sistemas de materia oscura, las galaxias, los cúmulos de galaxias y el desarrollo del Universo en su conjunto mediante la cosmología.

Hay infinidad de artículos y biografías acerca de Copérnico, así que no tenéis más que googlear un poco si queréis saber qué tipo de niño o adolescente fue. No muy divertido, ya os lo adelanto. Doy por hecho que todos sabéis que fue el instigador de la Revolución científica del Renacimiento, aunque su teoría sobre el heliocentrismo (la tierra gira alrededor del sol y no al revés) fue publicada como una obra póstuma bajo el título  De revolutionibus orbium coelestium (Sobre los giros de los orbes celestes).

¿Os imagináis cuántas horas pasaría Copérnico con la mirada fija en el cielo? Puede que menos de las que pasan en un año algunos gamers frente a la pantalla del ordenador.
Por cierto, que revolutionibus no hace referencia a revolución sino a ciclo o trayectoria.

Pequeño detalle: La Teoría del heliocentrismo no es de Copérnico, sino de Aristarco de Samos. Sin embargo, Copérnico fue el creador de la obra que demostró la teoría y generó un antes y un después en  el mundo de la ciencia.

Tales, Anaximandro, Pitágoras, Anaxágoras, Empédocles, Hipócrates, Demócrito, Aristóteles, Arquímedes, Eratóstenes,… ¿No os vuelven locos los nombres de los científicos de la antigua Grecia?

Tenemos un tercer actor en esta tragicomedia, porque fue Galileo, el «padre de la astronomía moderna», el «padre de la física moderna» y el «padre de la ciencia», quien aportó las pruebas de que la Tierra no era el Centro del Universo. Lo cual cabreó sobremanera a la Santísima Inquisición.

El 16 de febrero de 1616, Galileo Galilei fue convocado por el Santo Oficio por oponerse a la teoría aristotélica del universo. En 1633 Galileo fue obligado a abjurar de sus creencias y condenado a prisión perpetua
En 1992, una comisión papal reconoció el error del Vaticano y Galileo Galilei es hoy un símbolo de la lucha contra el oscurantismo y de la libertad en la investigación científica.

Copérnico fue, ante todo, el iniciador de la revolución científica que acompañó al Renacimiento europeo y que, pasando por Galileo, llevaría un siglo después, por obra de Newton, a la sistematización de la física y a un profundo cambio en las convicciones filosóficas y religiosas. Marcó un hito en la historia de las ideas y de la cultura.

¿Nos vamos a quedar aquí? Claro que no. Copérnico también es: un programa de observación de la tierra, un algoritmo de RENFE y hasta un barco que ahora mismo está dando la vuelta alrededor del mundo.

Copernicus (The European Union Earth Observation Programme) @CopernicusEU: es el programa de observación de la Tierra más ambicioso de la historia, diseñado para proporcionar información precisa, actualizada y de fácil acceso para mejorar la gestión del medio ambiente, comprender y mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la seguridad ciudadana. Es un proyecto dirigido conjuntamente por la Agencia Espacial Europea (ESA) y por la Unión Europea a través de la Agencia Europea de Medio Ambiente.

Desde que RENFE se convirtió en un compañía que utiliza las TIC, ha tratado de mejorar la integración con la tecnología y aumentar la cantidad de automatización. En 2016, revelaron un sistema nuevo para optimizar el proceso de escoger salidas y destinos de los trenes con un algoritmo diseñado para maximizar los beneficios. Se llama Copérnico.

Desde el siglo XV hasta ahora, Copérnico nos ha llevado en un increíble viaje desde el inicio de la revolución científica hasta uno que da la vuelta el mundo en barco. Os dejamos con el Copérnico Doblón, un velero de 68 pies con muchas ganas de navegar y al que podéis seguir aquí:

¿Cuánto sabes de revoluciones?

EXTRA: La revolución copernicana

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