El dilema ético de los deepfakes de cantantes fallecidos

Todos estamos al corriente de los posibles y aterradores usos de los deepfakes, como el de crear audios o videos de una persona haciéndole decir cosas que nunca dijo, convirtiendo la realidad en algo de lo que ya no podremos fiarnos nunca más.

Algunos usos creativos de deepfakes ya son habituales (aunque no exentos de polémica), como la aparición en nuevas películas de actores o actrices fallecidos, haciéndoles decir nuevos diálogos que nunca recitaron en vida.

Y ahora la compañía californiana OpenAI está perfeccionando una tecnología capaz de analizar y guardar en una base de datos la voz de un/a cantante a partir de sus canciones ya existentes y luego hacerle cantar otras melodías y otras letras.

¿Te gustaría escuchar a Frank Sinatra cantando una canción de Serrat? ¿O a Rosalía cantando “Highway to Hell” de AC/DC?. Las posibilidades son casi infinitas y algunas muy tentadoras (y lucrativas, claro está).

Pero los límites legales y éticos no están nada claros: quizás los herederos de Elvis Presley no pongan ninguna objeción a que el fallecido cantante saque nuevas canciones, siempre y cuando se les compense económicamente. ¿Pero sería ético usar la voz de un artista fallecido y hacerle cantar algo que quizás nunca hubiese aceptado, como una canción para un anuncio?

La música y la letra de una canción están protegidas por leyes de propiedad intelectual, pero ¿las voces tienen algún tipo de protección contra su uso sin permiso? ¿Podría un cantante patentar su voz y su estilo de cantar? Si un ordenador puede recrear la voz de un cantante, ¿se considera eso una imitación o más bien un conjunto de sílabas que han salido de otras grabaciones del cantante original que sí están protegidas por las leyes de propiedad intelectual? Si una nueva canción con una voz deepfake está claramente catalogada cómo tal, ¿ya no puede ser denunciada como un engaño?

Las leyes siempre van por detrás de los nuevos avances tecnológicos pero aunque se creen límites y prohibiciones legales en cuanto a los deepfakes nunca dejaremos de tener dudas éticas y filosóficas sobre su uso.

¿Te ha gustado?

43 points
Upvote Downvote