Está haciendo Rafa Pons una gira que se llama “Exige tu propia aventura”. Un homenaje a aquellos libros que leíamos de pequeños, o no tan pequeños, en los que podías elegir el destino de la novela entre dos opciones al final de algún capítulo.
Por lo general, había una correcta y otra no tanto. O una correcta y otra que, cuando no te mataba, te llevaba por el mal camino. Pero por lo general, el autor, te mataba.
Estaba pensando yo viendo el concierto de Pons ayer en el paralelismo de aquellos libros y la vida de uno. Y pensaba en el nombre de esta web “El futuro era mejor”. El caso es que me dio por analizar momentos de mi vida en los que tomé decisiones importantes. A veces conscientemente y otras no tanto. Porque muchas veces las grandes decisiones se toman en momentos pequeños, aparentemente irrelevantes.
Hay una diferencia elemental entre los libros y la vida. En el libro te matan. En la vida sigues jugando, por lo general, salvo casos puntuales y desgraciados. En el libro a lo mejor te equivocas eligiendo a tu pareja y te matan. En realidad aquel señor era un poco cabrón. En la vida real igual te equivocas y no mueres. Te cuesta un divorcio, un disgusto, un problema de adicción tal vez, la pérdida del trabajo, una pensión que pasar, un hijo o hija al que no ver. Pero no te matan. Te dejan vivo en la partida.
Es curioso el mensaje en la vida real. Cualquier camino te va a llevar al mismo destino final. Así que ayer caí en la cuenta de que el enunciado de aquellos libros estaba incompleto. Y que la vida real es mucho más amable, generosa y humana en esto.
Así, los libros deberían titularse: Elige BIEN tu propia aventura. En cambio, la vida, que es sabia y preciosa, simplemente te invita al “Elige tu propia aventura”. Y así, el enunciado, si lo piensas, es precioso. Porque te hace libre. Y no te juzga.