“La boca del lobo” fue un exitoso programa nocturno que se emitió durante casi 30 años en la televisión española y que era conducido por un viejo periodista de espectáculos llamado Antonio Lobo Umpiérrez al que todo el mundo quería y respetaba. El formato se basaba en incisivas entrevistas a famosos donde se les realizaba algunas preguntas incómodas sobre su carrera aunque siempre en un marco de respeto y acorde a la formalidad de la televisión en aquellos años.
Cuando Antonio enfermó fue reemplazado en la conducción por la Lobita, su nieta, a la que pronto comenzaron a llamarla Hienita por su risa, por su falta de humanidad y por su descarnado comportamiento delante de cámaras.
Cuando el viejo Antonio finalmente murió, el programa actualizó su escenografía, intensificó su iluminación, aceleró el ritmo y se tornó mucho más controversial, humillante y peligroso. Por otra parte, aprovechando el nuevo apodo que el público le había colocado a la nieta, la producción decidió también modificarle el nombre al envío que de la noche a la mañana pasó a llamarse sin eufemismos: “La risa de la hiena”. Solo se mantuvo la cortina musical de siempre aunque con una versión aggiornada.
Por supuesto que los invitados sabían a lo que se exponían cada vez que asistían al programa y por lo tanto iban preparados para responder sobre los costados más oscuros o controversiales de sus carreras o para llorar con cualquier golpe bajo que le propinara la conductora con alguna foto íntima, con alguna dolorosa situación personal, con algún movilizante llamado inoportuno o incluso con alguna presencia sorpresa en el estudio como cuando a una joven actriz catalana le presentaron en vivo a su verdadera madre sin que ella supiera ni siquiera que había sido adoptada al nacer.
Ese era el precio que debían pagar para poder promocionar sus proyectos artísticos.
El público también conocía las nuevas características brutales del programa y aunque se quejaban continuamente por el contenido en las redes sociales, se sentaban cada noche a disfrutar de una hora de masoquismo farandulero delante de las pantallas y por eso el rating era aún mejor que cuando lo conducía el viejo Antonio.

Durante la pandemia comenzaron a escasear las obras de teatro, los estrenos de películas y los lanzamientos de discos por lo tanto no había demasiados artistas top dispuestos a inmolarse frente a cámara sin tener algo que promocionar. Fue entonces que la producción creó un nuevo segmento dentro del programa al que bautizaron como “Miércoles de catacumbas” y entonces esos días invitaban a otro tipo de personajes que más bien pertenecían a los márgenes de la farándula actual y que eran brutalmente expuestos para el disfrute de un público que extrañaba las corridas de toros y la sangre azul. Fue tal el éxito de “Miércoles de Catacumbas” que el segmento se extendió a los jueves y luego a los viernes.
La sensual Hienita cada noche deslumbraba a la audiencia luciendo sus tatuajes y vistiendo sugerentes vestidos que levantaban la temperatura de la febril audiencia.
“Sólo la miré unos minutos para ver qué tenía puesto” “Anoche sin querer haciendo zapping la vi un rato” “Justo miré a la Hiena porque me interesaba el invitado” Todos tenían alguna excusa para sentarse cada noche frente al televisor como un placer culposo. Se iban a dormir con su voz en la cabeza, con sus ideas en el corazón y con su belleza en las manos.
Justamente sobre el final de la pandemia, algunos meses antes de que llegaran Los Drépanos, Lobita entrevistó en un “Viernes de Catacumbas” a Gerónimo Gómez Daverca, un actor de dilatada trayectoria en cine, tv y teatro conocido simplemente como “Daverca”.
- Recuerdo que tu abuelo me entrevistó en este mismo programa hace 20 años
- No era el mismo programa
- No, claro que no… todo el mundo lo sabe
- Hablando de todo el mundo ¿Por qué todo el mundo siempre cree que estás muerto?
- ¡Ja ja ja! Bueno, es que me muero en todas las décadas. Me fusiló Franco en los 70, fallecí por sobredosis de heroína en los 80, me morí de SIDA en los 90, me volaron en mil pedazos en Atocha en los 2000, me suicidé por un desahucio en el 2010 y me mató el covid en el 2020, sin embargo aquí estoy
- No me parece gracioso
- No era broma
- ¿Por qué nunca das entrevistas?
- Porque no me llaman
- ¿Será porque hace demasiados años que no tienes un verdadero éxito?
- Bueno, si van a entrevistar solamente a los exitosos se quedarán pronto sin invitados
- Pues invitaremos a los mismos de nuevo
- Es lo que hacen
- Mira Daverca, deberías saber que el público quiere ver gente exitosa porque si quisieran ver perdedores irían al bingo a medianoche
- No lo sé, la que sabe de volver desplumada de los casinos eres tú
- Es que con mi dinero hago lo que quiero porque me lo he ganado. No como tú que siempre has vivido de la fama de otros
- Bueno, es que no todos pueden nacer en una familia millonaria y luego recibir un programa de televisión exitoso y encima hablar de méritos como lo haces tú
- A mí nadie me regaló nada
- Claro que no, lo heredaste
- Yo trabajo desde los 18 años en los medios de comunicación
- Si hubieras nacido en la pobreza quizás trabajarías limpiando mierda
- No estés tan seguro, también podría haber estudiado
- No creo. No estudiaste con todas las posibilidades a favor, imaginate con todas las posibilidades en contra
- ¿Tenés hambre? ¿No tienes ganas de cocinar? Llama a Cocina Dorita, la mejor comida de Madrid con entrega inmediata. Comida como en casa. Cocina Dorita.
- Nunca vi a alguien que le quede tan grande una herencia…
- Y yo nunca vi un gay que tardara tanto tiempo en salir del clóset. Porque eres gay, no sé si el público lo sabía… perdona que les avise a tanta gente que no está mirando
- ¿Y a ellos qué les importa?
- Les importa porque te burlaste de todos colgándote muchos años de la fama de una verdadera estrella como la Esca, fingiendo un matrimonio que a todas luces tenía peor cama que una comisaría.
- ¡Y lo creíste pese a ser tan inteligente y observadora! ¡Pero mira lo crédula que resultó la hiena! Así no vas a sobrevivir en la selva
- Pierde cuidado que la selva ha sido siempre el patio de mi casa
- ¿También heredaste la casa?
- Como dice el dicho: Lo que se hereda no se roba
- Claro, por eso te quisiste llevar un perfume importado de aquel shopping
- Lo iba a pagar
- Por supuesto, seguro lo pensabas pagar cuando llegaras a tu casa… bah, a la casa de tu madre
- Bueno, por lo menos me hablo con mi madre, no sé tú…
- Le hablo a su tumba y no me responde
- Tampoco lo hacía en vida que yo sepa
- Tuvimos nuestras diferencias como cualquier familia
- Claro, porque tu madre hubiera preferido que tuvieras una vida más normalita con esposa real e hijos naturales
- Hablando de hijos… ¿Tú no piensas tenerlos? ¿Qué edad tienes?
- Tengo tiempo, quédate tranquilo, me queda más tiempo de vida que a ti
- Si, si, pero como tu novio te engañó hace unos meses con la cantante esa en Marbella según leí en las revistas, me preocupa que tengas que encontrar a otro ahora para ser madre antes de que se te acabe tiempo, salvo que te dé igual y busques a cualquiera por los bares
- Cualquiera no, hay que tener cuidado, mira si llevo a mi casa a un taxi boy negro y me duerme y me desvalija. Tú sabes de eso ¿Nocierto?
- No se dice “negro”
- ¡Claro, es verdad! ¿Afroamericano? ¿Hombre de color? Es que todavía no me acostumbro a esta ola de corrección política en la que ya no se puede decir mucho libremente sin que te caiga encima la Gestapo del pensamiento. Por ejemplo: ¿Tus películas graciosas que estaban llenas de mujeres desnudas y donde te burlabas de las gordas te siguen gustando?
- Eran otros tiempos, ya no hago ese tipo de películas
- Ni esas, ni otras…
- No creas, me acaban de llamar para un nuevo proyecto
- ¿Levantar un edificio? No te imagino.
- ¡Ja ja ja! No pienses que me asusta el trabajo duro, tienes un estereotipo muy burdo de los gays. Yo soy un adicto al trabajo
- Y también al alcohol según dicen
- Yo sólo soy un bebedor social, como tú seguramente eres apenas una aspiradora de coca social. ¿No?
- Bueno, veo que también tienes alma de policía
- Puede ser, pero por lo menos el alma es mía, no se la vendí al diablo
- No te habrá ofrecido lo suficiente
- No todo es cuestión de dinero, Hienita
- No, por supuesto, seguro donarás tu iPhone a los pobres como buen comunista que eres
- En cambio a ti, como buena exponente de las derechas, no te importará que exploten a niños chinos para fabricar el tuyo
- Por lo menos mi teléfono suena
- ¿Muchas amenazas?
- ¡Je je je! Algunas, pero ya lo sabes… ladran Sancho
- ¡Ja ja ja! Señal que pisamos un perro
- Muchas gracias por venir
- De nada.
Me encantó el contrapunto!!!!!!!. Adoro estas acusaciones y contraacusaciones aunque muchas veces terminan dando vergüenza ajena. Muy bueo Zamba!!!!
Picante Daverca, un Voynich de la farandula!
Una hermosura no pensar en la Mesaza de Hienita Viale… Crack, Zambita!!!