El 31 de enero Elon Musk escribe lo siguiente en Twitter:
A pesar de que la aplicación fue lanzada en marzo de 2020, este tweet le dio el espaldarazo definitivo y generó un mercado negro de invitaciones que se llegaron a vender hasta por 100$.
Porque a Clubhouse solo se puede entrar por invitación y solo se puede entrar desde un dispositivo iOS y eso la convierte en una red social muy exclusiva. Al menos de momento.
¿Qué es?
Clubhouse es una red social basada en el audio. No hay otra manera de interactuar. No se pueden mandar mensajes directos, no hay un chat, ni siquiera puedes aplaudir la intervención de alguien con un emoji. Si quieres intervenir tienes que hablar.
¿Cómo puedo entrar?
Hay dos maneras de entrar: la primera es por invitación. Cada usuario nuevo recibe dos invitaciones que puede enviar a sus amigos. ¡Ojo!, en tu perfil pone quién te ha recomendado así que hay gente que ya está teniendo mucho cuidado de con quién queda su nombre ligado. Una curiosidad es que si vas hacia atrás mirando quién te recomendó y quién recomendó al que te recomendó, etc., llegas hasta los creadores.
La segunda forma es teniendo dentro a alguien que te tenga en su lista de contactos. Es como el “déjale pasar que viene conmigo“. Tú te descargas la aplicación y reservas un nombre de usuario. A la persona que ya está dentro le llega una notificación indicándole que fulanito, que está en tus contactos, se ha descargado la aplicación y ha reservado un nombre, que si le colamos. Si el de dentro dice sí, ya está hecho.
¿Cómo funciona?
Se organiza en clubs de diferentes temáticas dentro de los cuales se pueden abrir rooms para conversar sobre un tema en concreto. Cuando entras, la app te pregunta por tus intereses y luego te recomienda rooms en las que se habla de temas que tú ya has elegido. Simplemente tienes que unirte a ellas y, si quieres, intervenir.
¿Qué tengo que saber para intervenir?
Cuando entras en una room, entras de oyente y si quieres hablar tienes que levantar la mano. Los moderadores de la sala se encargarán de subirte al escenario y saludarte para hacerle una pregunta al cantante de turno, opinar sobre el tema del que se habla o contar tu historia. Todo depende de la temática de la sala.
Una vez que estás en el escenario puedes aplaudir activando y desactivando el micro muy rápido. Si lo haces de forma lenta es que quieres hablar.
Cuando quieres abandonar la room no necesitas despedirte. Le das al botón “leave quietly” que es como despedirse a la francesa o hacer una bomba de humo cuando estás en un bar y quieres desaparecer.
¿Qué tiene de diferente?
Para empezar la exclusividad. Como de momento hay muy poca gente por la forma (con invitación) y el dispositivo (con iOS) de entrada, las rooms todavía no llegan a su límite (5.000 personas), así que puedes escuchar a tus ídolos de opinión, cantantes o humoristas favoritos y además preguntarles cosas. Hay muchas rooms de España que están en menos de 100 oyentes.
Lo segundo es que nada se queda grabado, con lo que las conversaciones son muy de bar. No hay posibilidad de que luego eso viaje por la red, así que la gente (sobre todo la conocida), se siente más libre a la hora de hablar.
En definitiva, es una red social nueva, en la que la voz es la única protagonista, en la que si no estás te lo pierdes porque nada se graba y en la que si entras ahora, puedes conocer gente muy guay, que es lo que me ha pasado a mí. Eso sí, ten cuidado porque engancha. Siempre te estás tomando la penúltima.
¿Te unes?