Intentamos leer en ruso y nos salen mil interrogantes, ponemos todo de nuestra parte para empatizar con los gustos de los adolescentes y fracasamos, encima no somos capaces de alegrarnos al imaginar un futuro en el que los productos nos hablen o las máquinas compongan hits.
¿Que si hay algo más? No sabemos verle el lado positivo a esta etapa de confinamiento y lo que es más grave, no logramos poner un maldito sonido en un iPhone.
Le hemos puesto voluntad pero nos ha salido todo mal, y solo nos queda soltar nombres random de galaxias, como X Æ A-12, o echar un rato de risas escuchando el programa de hoy.
Pasen y disfruten.