Es difícil explicarle a un niño de 6 años qué es la Tv emitida en directo. No fui consciente hasta que el otro día le noté indignado frente al aparato y tardé en entender por qué.
En casa teníamos puesto “Los Simpsons” de fondo y , por primera vez en su vida, les hizo caso y se enganchó a la trama. Lo que no sabía Martín es que no estábamos viéndolo en Youtube, donde él ve todo su contenido, sino en un canal al aire, de los de toda la vida, vamos. Su madre y yo seguíamos hablando sin prestar atención a la televisión cuando empezamos a notar a nuestro hijo muy enfadado.
– Basta ya. Son muchos anuncios. ¿Qué le pasa a la tv, papá?
Le tuvimos que explicar que aquello no era a la carta, que hace relativamente poco que el mundo permite que consumamos los contenidos audiovisuales a elección. Nos miró como yo miraba a mi abuela al explicarme que en su aldea vivían sin agua caliente ni luz.
Nunca hemos sido unos padres castradores con la tecnología. Nuestra política es el sentido común. Que la use pero que no se pase, es decir, que juegue a todo. Conozco niños a los que los padres les evitan cualquier contacto con teléfonos o consolas y, en mi experiencia, se crea el efecto contrario, niños desesperados por tener un segundo con un dispositivo. La clave, para mí, es alternar tiempo y distracciones. Estas navidades, sin ir más lejos, los juguetes estrella han sido la Nintendo Switch con el FIFA 21 y el Super Mario Pary y un balón de Fútbol de Boca Juniors y un tablero de madera para jugar a pasar fichas con una goma.
No obstante, últimamente vigilamos mucho lo que él mira. La proliferación de niños Youtubers (un día os hablaré sobre ello, porque pone los pelos de punta el auge de este fenómeno comercial) hace que aprenda algunas conductas que no nos gustan ni un pelo. Ya hemos bloqueado varios canales.
Es complicado poner diques al mar y es inevitable que los niños se contagien de esta nueva manera de mirar la vida por un dispositivo, y hay que tomárselo con humor. Mi hijo cuando algo se rompe en casa, exclama “Tomas Falsas”. Primero creíamos que era una confusión en el lenguaje, pero luego nos explicó que era lo que se veía en los canales que él consume, es decir, cualquier error o sobre salto va en la categoría “Tomas falsas”.
Que viejo me estoy haciendo.